Vitroguard importa e instala únicamente láminas certificadas como Grado A y Premium Optical Grade de EEUU. Superan los mayores requisitos de seguridad, incluyendo el método de uso gubernamental de EEUU. Vitroguard protege, ante todo, la integridad física de los pasajeros en caso de accidentes, robos y asaltos. 

Desde el año 2001 a la fecha hemos desarrollado una vasta experiencia y atesorado a los mejores técnicos instaladores, cada uno con miles de automóviles protegidos, la mayoría de alta gama y de todas las marcas del mercado.

Nos enorgullece haber sido seleccionados por expertos en seguridad nacionales y extranjeros, por lo cual protegimos vehículos de embajadas como Gran Bretaña, Israel, EEUU, Francia, etc. flotas como COT, UCM, vehículos del Comando Unificado de la Policía, de las Fuerzas Armadas, y cerca de 20.000 automóviles particulares, taxis y remises.

Vitroguard es más resistente a sucesivos golpes:
Vitroguard fortalece a los cristales notablemente más que las láminas de seguridad comunes debido a su adhesivo de calidad superior y a la novedosa composición de sus placas de seguridad. (foto Mercedes con piedra).

Cristales que protegemos:
Todos excepto el parabrisas delantero que ya es laminado de fábrica. Una disposición municipal no lo permite. 

Seguridad en parabrisas trasero: Es muy importante aplicar láminas de seguridad en este vidrio porque en caso de accidente evita que ingresen al habitáculo partes desprendidas del auto que embiste u objetos transportados en el techo.

Visión hacia afuera de calidad "Premium Optical Grade": las láminas Vitroguard tienen alta calidad óptica con doble filtro UV en la lámina y adhesivo para evitar el llamado "efecto amarillamiento" y degradación que se produce con el tiempo en las láminas comunes. Esta óptima visión hacia afuera es un distintivo de Vitroguard y componente fundamental de la seguridad en el manejo nocturno o en condiciones adversas como lluvia o niebla.

Incoloras o tonalizadas: disponemos de varias opciones, desde absolutamente incoloras hasta el tono más oscuro admitido por la IMM, todas con la más alta visibilidad nocturna por la pigmentación de alta tecnología de las láminas, con riguroso control de calidad en EEUU. Tiempo requerido para la instalación: varía según el modelo pero en promedio requiere menos de dos horas. Puede realizarse indistintamente en nuestros locales de Carrasco o Pocitos.

Limitaciones por normativas vigentes: a) los cristales traseros incluyendo el parabrisas trasero se pueden proteger con cualquier tono siempre que el vehículo tenga dos espejos retrovisores exteriores, a la derecha e izquierda del conductor (Art. R. 424.79.5.-); b) los cristales de conductor y acompañante no pueden tener un tonalizado mayor que humo 23. (Art. R. 424.79.4.-).

Garantía vitalicia: por defectos de instalación o fabricación de las láminas. Cada rollo de nuestras láminas tiene su matrícula y certificado de origen de EEUU, permitiendo así la trazabilidad del material que se instala en cada vehículo.

Protección de flotas de vehículos

Vitroguard trabaja con clientes cuyas flotas transitan diariamente por zonas de alto riesgo. Nos enorgullece haber sido seleccionados para proteger flotas como UCM, COT, Equital, Cemento Artigas, UTE, Ministerio del Interior, Fuerzas Armadas, Victory Seguridad, transportes de valores, taxímetros y remises, etc.

Tenemos diferentes niveles de protección para cada necesidad o amenaza a la que se exponen los vehículos y sus ocupantes.

Además del distintivo de calidad en instalación y láminas, nuestro programa ofrece ventajas competitivas como flexibilidad de horarios de instalación y precios especiales según la cantidad y tipo de trabajos. Podemos adaptarnos a las necesidades particulares de las empresas tratando de proteger los cristales durante detenciones de mantenimiento de vehículos. No tenemos una cantidad mínima de vehículos.

Para flotas de vehículos blindados ofrecemos un “upgrade” de alto valor estratégico al instalar nuestras láminas en la última capa de cristales blindados. Se aplica con un incremento insignificante de peso y apenas una fracción del costo de redimensionar los cristales a los requerimientos actuales de balística.